Quíen no ha tenido que enfrentarse a juntas oscurecidas?
Aquí os dejo un truco muy simple para pasar de esto:
a esto:
Y con solo 3 cosas; un cepillo de dientes viejo, lejia y...paciencia.
En mi caso el pero suelo de la casa era el de la cocina, y tras escuchar este truco me puse manos a la obra.
Cepillé las juntas con lejía pura, dejaba actuar un minuto, volvía a cepillar y enjuagaba. Así de simple. Lo había intentado anterior mente con otros productos de limpieza, incluso amoniaco, pero nunca había quedado tan impecable. Así que, aunque limpio, el suelo nunca lo parecía. Se ve que no sólo se trata de eliminar lo encrustrado, sino de blanquear las juntas, que se oscurecen con el tiempo.
Esta limpieza a fondo deberemos repetirla cada 3 meses, para lucir unos suelos impecables.
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