Hoy no os hablo del antes y después de un espacio. Hoy es el turno de las cocinas. Un tema que, como buena cocinera que soy, me lleva rondando por la cabeza unos días.
Muchas veces nos dejamos guiar por las tendencias del momento, como está ocurriendo con las cocinas. Ahora se llevan los espacios diáfanos, todo queda abierto y expuesto. Se alaba la claridad conseguida con colores blancos, pero, seamos sinceros: Queremos una cocina de exposición, impolutamente ordenada y tan moderna que resulta fría? Queremos que nuestros invitados nos vean con la comida a medio preparar y platos apilados mientras cocinamos? Yo no. Prefiero una cocina semiabierta, con muebles de madera que aportan calidez , y sobre todo, que sea práctica.
Una cocina debe ser ante todo familiar, y se debe poder utilizar. Para qué nos sirve una cocina en la que todo es sólo para decorar?
Hoy es dejo imagenes de una cocina que me gusta mucho, ya que reune todo
lo que da ese toque hogareño, del que tantas veces nos olvidamos.
Esta cocina cuadrada no es muy grande, pero tiene bonitos muebles de madera clásicos que aportan calidez, aparte de ser muy luminosa por sus dos ventanas. Los fuegos son de gas, a mi parecer esto es una ventaja.
Las encimeras de granito son preciosas, ya que su color armoniza con los muebles. Un toque romántico lo dan las cortinas y la decoración.
Esta cocina es una mezcla de elementos modernos y rústicos. El espacio está bien aprovechado al haberse colocado los muebles en forma de "L". Así queda libre una pared, en la que se ha colocado una mesa extensible estrecha, para ganar espacio.